Premio Medico del Año en Psiquiatría Infantil y Adolescente, Especialista en TDAH
La Dra. Inmaculada Escamilla no solo ha dedicado su carrera al estudio y tratamiento de trastornos psiquiátricos en niños y adolescentes, sino que también ha llevado su pasión por la ciencia más allá de la consulta. Investigadora rigurosa, educadora incansable y firme defensora de un enfoque multidisciplinar, la Dra. Escamilla ha demostrado a lo largo de su trayectoria que la psiquiatría infantil es mucho más que un diagnóstico: es un compromiso con la vida y el desarrollo pleno de los más jóvenes.
Desde los primeros años de su formación, la Dra. Inmaculada Escamilla tuvo claro que la ciencia debía ser el pilar de su trabajo. Fue una enseñanza de su mentor, el Dr. Joseph Biederman, en el Hospital General de Massachusetts, la que marcó para siempre su manera de entender la medicina. “Creer solo se cree en Dios, lo demás no son opiniones, son datos. Y si tus datos son sólidos, deben hablar por sí mismos”, le repetía el destacado profesor de Harvard.
Ese consejo la llevó a trabajar con Biederman y su equipo en Boston, una experiencia que cimentó su dedicación a la psiquiatría infantil y al estudio de trastornos como el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) y la enfermedad bipolar pediátrica. Escamilla describe aquella etapa como una época clave en su vida profesional: “No importaban ni mi acento ni mi título. Lo que valía era la solidez de mi investigación y el entusiasmo con el que me conducía”.
Por aquel entonces, en España, el TDAH aún generaba dudas en la comunidad médica, mientras que en Estados Unidos ya era un diagnóstico ampliamente conocido entre especialistas. Este contraste hizo que la Dra. Escamilla se propusiera regresar a nuestro país con un claro objetivo: dar visibilidad al TDAH y al resto de trastornos asociados y educar a la sociedad sobre su impacto real en niños y adolescentes.
Una misión multidisciplinar
En 2012, la Dra. Escamilla fundó junto a la Dra. Gamazo el Instituto de Neurociencias Aplicadas a la Educación, un espacio diseñado para abordar los trastornos psiquiátricos infantiles desde un enfoque multidisciplinar y coordinado. Para ella, era imprescindible acabar con el peregrinaje al que muchas familias se veían sometidas, consultando a múltiples especialistas sin llegar a obtener resultados claros. “La idea era centralizar los diagnósticos y terapias bajo una supervisión médica continua, optimizando tanto los resultados como los costes”, explica la Dra. Escamilla. Desde entonces, el Instituto se ha convertido en un referente en el tratamiento de niños con TDAH, trastornos del humor y otras patologías relacionadas con el neurodesarrollo.
La doctora no solo busca aliviar el sufrimiento de sus jóvenes pacientes, sino también el de sus familias. “En una ocasión, una madre me dijo: ‘Siempre le llamo porque sé que, aunque no lo sepa, hará todo lo posible por saberlo’. Fue el mejor piropo profesional que he recibido, porque me hizo consciente de que no se trata de saberlo todo, sino de estar siempre dispuesta a aprenderlo todo”, recuerda con emoción.
Neuropsiquiatría: el presente y el futuro
En los últimos años, Escamilla ha ampliado su campo de trabajo hacia la neuropsiquiatría, integrando conocimientos de neurobiología y neurodesarrollo en sus investigaciones y prácticas clínicas. Para ella, este enfoque es imprescindible para avanzar en el tratamiento y la prevención de trastornos psiquiátricos infantiles.
A pesar de los desafíos de su especialidad, la doctora sigue firme en su convicción de que el rigor científico y el trabajo en equipo son la base del éxito. “Mi misión no es solo tratar, sino prevenir y educar. Si logramos entender mejor la conducta y el desarrollo del cerebro, podremos ofrecer mejores soluciones a nuestros pacientes y sus familias”, asegura.
Un reconocimiento merecido
El Premio Medico del Año en Psiquiatría Infantil y Adolescente, Especialista en TDAH representa para la Dra. Escamilla mucho más que un galardón: es la confirmación de que su esfuerzo por aportar claridad y soluciones en su campo ha dejado huella. “Este premio me da la oportunidad de seguir transmitiendo mis conocimientos por diferentes canales y, sobre todo, de agradecer a todos mis mentores y a mi familia por haber estado siempre ahí”, concluye con humildad.
Con una trayectoria marcada por la excelencia y la pasión por aprender, Inmaculada Escamilla se posiciona como una figura clave en el ámbito de la psiquiatría infantil. Su trabajo no solo ha ayudado a cientos de niños y familias, sino que también ha establecido nuevos estándares en el tratamiento y diagnóstico de trastornos psiquiátricos en España.
DESTACADOS
«Porque ningún niño es tonto, vago o malo por naturaleza”
«El rigor científico y la empatía son las claves para ayudar a nuestros pacientes y sus familias»
DESPIECE
Autorretrato, por la Dra. Inmaculada Escamilla
Soy una persona entusiasta, siempre con ganas de aprender y encontrar razones científicas para explicar lo que creemos y hablamos. En mi trabajo, el rigor y la empatía son fundamentales. Creo en la importancia de entender el neurodesarrollo y la conducta humana para ayudar a los niños y adolescentes a superar sus dificultades, y no me detengo ante lo desconocido: estoy dispuesta a aprenderlo todo para mejorar la vida de mis pacientes y sus familias.






